#VitalTips: Entre quejidos y rodilleras: Dolor de Rodillas (Gonalgia)

Gonalgia es el término médico que se utiliza para describir cualquier tipo de dolor en la rodilla. Este malestar puede presentarse de forma aguda o crónica y puede ir acompañado de inflamación, rigidez o debilidad en la articulación. Puede afectar a una o ambas rodillas y en general a personas de todas las edades y géneros, su impacto puede variar desde molestias leves hasta discapacidad significativa.
5/2/2024 4:33:34 PM
Dr. Cesar Brandt
escrito por un humano, no por la IA

En general la Gonalgia es una dolencia muy común y un problema frecuente presente en la mayoría de las consultas. La prevalencia global de dolor de rodilla en la población es de aproximadamente el 19%. La incidencia aumenta de manera constante con la edad y un gran porcentaje tiene dolor asociado a la discapacidad.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la artrosis es una de las principales causas de dolor de rodilla a nivel mundial. Algunos datos relevantes incluyen:

      En 2019, aproximadamente 528 millones de personas en todo el mundo tenían artrosis.

      Alrededor del 73% de las personas con artrosis son mayores de 55 años, y el 60% son mujeres.

      La articulación de la rodilla es la más afectada, con una prevalencia de 365 millones.

FACTORES DE RIESGO

Hay varios factores que pueden aumentar el riesgo de padecer problemas de rodilla, entre ellos:

      Sobrepeso u Obesidad. Aumenta la exigencia sobre las articulaciones de las rodillas, incluso durante actividades comunes, como caminar o subir y bajar escaleras. Además, aumenta el riesgo de osteoartritis, ya que acelera la ruptura del cartílago articular.

      Falta de flexibilidad o fuerza muscular. Puede aumentar el riesgo de lesiones en las rodillas. Los músculos fuertes ayudan a estabilizar y proteger las articulaciones y la flexibilidad muscular puede ayudar a lograr una amplitud completa de movimiento.

      Determinados deportes y ocupaciones. Algunos deportes suponen más exigencia a las rodillas que otros. El fútbol y las potenciales caídas, los saltos y giros del básquetbol por el impacto repetido que absorben las rodillas al correr o trotar aumentan el riesgo de lesiones en las rodillas. Los trabajos que requieren esfuerzo reiterado en las rodillas, como la construcción o el cultivo, también pueden aumentar el riesgo.

      Lesión previa. Haber tenido una lesión de rodilla anteriormente hace que sea más probable que se vuelva a lesionar la rodilla.

     Enfermedades metabólicas específicas, como la diabetes.

     Causas genéticas.

     Factores sociodemográficos (edad, sexo femenino).

 

 

SÍNTOMAS

 

Los síntomas pueden aparecer lenta o rápidamente después de una lesión o distensión. La artrosis es crónica y, a menudo, progresiva, por lo que los cambios ocurren gradualmente con el tiempo.La ubicación e intensidad del dolor de rodilla puede variar según la causa del problema. Los signos y síntomas que a veces acompañan el dolor de rodilla son:

 

      Inflamación y rigidez.

      Enrojecimiento y temperatura al tacto.

      Debilidad o inestabilidad.

      Sonidos de chasquidos o crujidos.

      Incapacidad de enderezar completamente la rodilla.

En la mayoría de los casos el dolor afecta más frecuentemente la rodilla derecha que la izquierda, sin embargo, en la mayoría de los casos es evidente en ambas rodillas.

 

CAUSAS DE LA GONALGIA

 

El dolor de rodilla puede ser causado por diversas condiciones como lesiones por traumatismos, uso excesivo, sobrecarga o por algunas afecciones médicas y afecta a muchas personas. Algunas de las causas comunes incluyen:

 

      Lesiones: Esto puede incluir desgarros de ligamentos, fracturas, esguinces o lesiones en los meniscos.

      Tendinitis: La inflamación de los tendones alrededor de la rodilla puede causar dolor.

      Bursitis: La inflamación de las bolsas sinoviales (bursas) también puede ser una causa.

      Sobrecarga o uso excesivo: Actividades repetitivas o el exceso de peso pueden desencadenar dolor en la rodilla.

      Artritis: La osteoartritis y la artritis reumatoide pueden provocar dolor e inflamación en las articulaciones de la rodilla.

      Gota: Un tipo de artritis que afecta las articulaciones debido a la acumulación de cristales de ácido úrico.

      Infecciones: Las infecciones pueden afectar la rodilla y causar dolor.

 

 

MEDIDAS PREVENTIVAS

 

Si bien no siempre es posible prevenir el dolor de rodilla, las siguientes sugerencias pueden ayudar a prevenir lesiones y el deterioro de las articulaciones:

 

      Mantener un peso adecuado: Un peso saludable es una de las mejores cosas que se puede hacer para las rodillas. Un kilogramo extra implica presión adicional sobre las articulaciones y aumenta el riesgo de lesiones y artrosis.

      Estar en forma para practicar deportes: Preparar los músculos para las exigencias del deporte, tomar tiempo para el acondicionamiento.

      Practicar a la perfección: Usar la mejor técnica y los patrones de movimiento correctos en el deporte o actividad que se realice. Pueden ser de utilidad las clases con un profesional o instructor.

      Ganar fortaleza, mantener la flexibilidad: La debilidad muscular es la principal causa de las lesiones de rodilla. Fortalecer los cuádriceps y músculos isquiotibiales, los músculos en la parte delantera y trasera de los muslos que ayudan a sostener las rodillas. El entrenamiento para mejorar el equilibrio y la estabilidad ayuda a que los músculos que rodean las rodillas trabajen juntos con más eficacia. Y como los músculos tensos también pueden favorecer las lesiones, es importante estirarlos bien. Incorporar ejercicios de flexibilidad en el entrenamiento.

      Hacer ejercicio con inteligencia: Si hay artrosis, dolor crónico de rodilla o lesiones recurrentes, tal vez se necesite cambiar la forma en la que se ejercita.

      Realizar actividad de bajo impacto: En ocasiones, limitar las actividades de alto impacto es suficiente para aliviar el dolor.

 

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

 

El examen físico de la rodilla comprende

 

     Inspección: Para verificar la presencia de hinchazón, dolor, sensibilidad, temperatura y hematomas visibles.

     Movimientos activos: Para ver hasta dónde puede mover la parte inferior de la pierna en diferentes direcciones.

     Maniobras: Empujar o tirar la articulación para evaluar la integridad de las estructuras de la rodilla.

De acuerdo a los hallazgos de la exploración física el médico podrá solicitar algunos estudios por imágenes a fin de corroborar el diagnóstico como Radiografías, Tomografías, Ecosonograma o Resonancia Magnética dependiendo del criterio del médico tratante.

 

Si el médico sospecha que hay infección o inflamación, es probable que solicite análisis de sangre y, en algunos casos, un procedimiento denominado artrocentesis, en el que se extrae una pequeña cantidad de líquido del interior de la articulación de la rodilla con una aguja y se envía al laboratorio para analizar.

 

El tratamiento varía según la causa exacta del dolor en la rodilla y este puede ser tratamiento médico o tratamiento quirúrgico que incluyen:

 

      Medicamentos: Para aliviar el dolor y tratar afecciones subyacentes.

      En algunos casos, el médico podría sugerir medicamentos inyectables u otras sustancias directamente en la articulación, por ejemplo: Corticoesteroides, Ácido Hialurónico, Plasma Rico en Plaquetas (PRP)

      Terapia física: Para fortalecer los músculos alrededor de la rodilla, bien sea presencial o por telerehabilitación. Para determinadas lesiones, se pueden usar diferentes tipos de rodilleras para ayudar a proteger y estabilizar la articulación de la rodilla y reducir la inflamación..

      Descanso y cuidado de la rodilla: Evitar actividades que empeoren el dolor.

 

Si la lesión requiere tratamiento quirúrgico, las opciones son: Cirugía Artroscópica, Reemplazo Parcial o Total de Rodilla, y Osteotomía.

¿CUÁNDO ACUDIR AL MÉDICO?

Es importante consultar al Médico Familiar, al  Traumatólogo, al Fisiatra o al Fisioterapeuta cuando:

      El dolor dura más de 3 días, incluso después de mantenerse en reposo y de aplicar compresas frías.

      El dolor es muy intenso al hacer actividades diarias como permanecer de pie, cargar peso, caminar o subir escaleras.

      La rodilla no se dobla o hace ruido al moverse.

      La rodilla se encuentra deformada.

      Se presentan otros síntomas como fiebre u hormigueo.

 

En estos casos, el médico consultante pedirá exámenes de imagen para realizar el diagnóstico del problema y poder recomendar el tratamiento más adecuado según sea el caso.

Recuerda siempre consultar a un profesional de la salud

para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

  1. Pinheiro M. Tua Saúde. Dolor de Rodilla: 11 Causas y Cómo Quitar. [actualizado en mayo 2023; consulta 17 marzo 2024]. Disponible en:https://www.tuasaude.com/es/dolor-de-rodilla/